domingo, 15 de febrero de 2009

La West-Eastern Divan


En los rostros del director musical argentino-israelí Daniel Barenboim y los jóvenes músicos de su orquesta West-Eastern Divan se adivinaba este domingo una grave preocupación. Mientras ellos ensayaban en Berlín para el concierto que ofrecerán el lunes, en su tierra no dejan de caer las bombas. "Es muy difícil, pero nosotros seguimos", dijo en rueda de prensa Ramzi Aburedvan, un viola palestino de Ramallah, que "a los 14 años ya tiraba piedras a los tanques israelíes", según lo presentó Barenboim. "La música salvó su alma", agregó. La orquesta formada por más de 100 músicos de Israel, países árabes y España, tenía previstas actuaciones este fin de semana en Qatar y El Cairo. Sin embargo, según informó el lunes la Ópera Estatal Unter den Linden de Berlín, de la que Barenboim es director musical, por motivos de seguridad y debido a la dramática situación en la Franja de Gaza, el argentino-israelí y su orquesta trasladan sus dos actuaciones a la capital alemana.
Son tiempos difíciles para las orquestas y todavía más para la West-Eastern Divan.
"Nosotros estamos aquí y nuestros amigos se disparan unos a otros", lamentó el violinista israelí Guy Braunstein, para el que la orquesta de Barenboim es "como una gran familia". "Nos peleamos, pero también estamos de acuerdo en lo que es aceptable y lo que no lo es", dijo.
"Está claro que no podemos mirar sin hacer nada como asesinan a los niños palestinos, pero tampoco como caen los cohetes en Sderot", indicó por su parte Nabil Abbud Ashkar, palestino nacido en Israel.
Para Meirav Kadichevsky, oboe israelí, la orquesta es un ejemplo de conviviencia. "Los israelíes y los palestinos tienen que aprender a decir claro por qué están enfadados unos con otros", sólo entonces puede abrirse el camino al entendimiento, enfatizó.

En 1999, Barenboim fundó con el intelectual palestino, Edgard Said, la West-Eastern Divan, una orquesta formada por jóvenes intérpretes israelitas y palestinos, aunque no la crearan como un proyecto político. Asegura que "la gente sonríe con incredulidad al escucharme decir esto. Sonríen porque casi todos cometen el error de creer que entre israelíes y palestinos existe un conflicto político como tantos otros en que se lucha por conquistar recursos o fronteras. Pero, en este caso, no puede haber ni una solución militar ni un compromiso diplomático porque no se trata de un conflicto político, sino de un conflicto humano que nadie quiere ver como lo que es: la profunda convicción de dos pueblos de tener el derecho de vivir en ese pedacito de tierra”.
Barenboim reconocía, hace siete meses, que era pesimista respecto a Oriente Próximo, pero optimista, a largo plazo. Y si pudiera cambiar el sonido de las notas de su orquesta de Viena por el de las bombas que caen sobre Gaza, otro gallo cantaría. “O encontramos una forma de vivir con el otro –advertía– o nos matamos. ¿Qué es lo que me da esperanza? Hacer música. Porque, ante una sinfonía de Beethoven, el Don Giovanni de Mozart o Tristán e Isolda de Wagner, todos los seres humanos son iguales”.

En mi opinión,esto es un ejemplo de que se puede intentar hacer paz de muchas formas,en este caso,en forma de música, y sin duda,creo que este es un gran ejemplo de respeto,cooperación y amistad,ya que a pesar de los conflictos que hay entre los países de los cuáles hay integrantes,se mantienen unidos,sin conflictos,queriendo hacer música,queriendo hacer paz entre ellos y transmitirlo.
Aquí os dejo un enlace en el que podréis ver a la West-Eastern Divan,y en la que Barenboim dice una frase con la que no podría estar más de acuerdo: "Para lograr la paz hay que combatir la ignorancia"

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